Ubicado a pocos minutos del vibrante centro, este encantador segundo piso del año 1984 ofrece una combinación única de encanto vintage y comodidades modernas. Con una superficie de 100 metros cuadrados, la residencia se presenta como espacio acogedor y funcional.
Al ingresar, le recibirá un amplio recibidor que nos distribuye en las diferentes estancias. El salón comedor, luminoso y espacioso, constituye el núcleo social de la vivienda. Desde aquí, podrás acceder a un balcón exterior.
La vivienda cuenta con cuatro habitaciones exteriores, cada una inundada de luz natural y decorada con un estilo que refleja la época en la que fue construida. Dos de estas habitaciones son dobles y ofrecen un ambiente acogedor y tranquilo, proporcionando el espacio perfecto para el descanso; las otras dos son habitaciones más pequeñas.
El piso dispone de un baño completo con plato de ducha y un aseo de cortesía.
La cocina independiente, con un toque clásico, está completamente equipada para satisfacer las más exigentes necesidades culinarias. Desde la cocina, se accede a un lavadero práctico, facilitando las tareas domésticas y organizando el espacio de forma eficiente.
Con la ubicación estratégica y el encanto atemporal, este segundo piso se presenta como una oportunidad única para quienes buscan la proximidad al centro.
Dispone de calefacción con radiadores de gas natural y un aparato de aire acondicionado.
La finca no dispone de ascensor ni plaza de párquing